Mi YO Community Manager

El otro día una buena amiga y yo manteníamos una conversación del tipo “vamos a arreglar el mundo”: ¿cómo podíamos transmitir a la sociedad  de la manera más transparente y realista posible  la motivación para emprender? Yo hablaba y hablaba, ella me escuchaba muy atenta pero al final me interrumpió y me lanzó la siguiente pregunta:  ¿no crees que antes de buscar ni tan siquiera una idea de negocio hay que evaluar y analizar mi YO Emprendedor?

Siguiendo con el tema, esto hizo que me parara en seco y reflexionara por unos minutos. Así pues empezó mi análisis interno  ¿de qué nos sirve tener un brillante proyecto empresarial si yo no doy el perfil de emprendedor? La respuesta parece bastante obvia.

Podemos tener la mejor idea del mundo, podemos tener la financiación para ponerla en marcha, podemos estar rodeados de los mejores profesionales para que la ejecuten, podemos, bla, bla bla. Pero si no tenemos el YO Emprendedor, todo esto sobra.

Queridos amigos y amigas,  quiero compartir con todos vosotros unas reflexiones “existenciales”. Nuestra persona pasa por varias etapas (y hablo sin entrar en detalles). El YO Niño,  donde podíamos conseguir todo lo que nos propusiéramos. No teníamos miedos y vencíamos fácilmente los obstáculos.  ¿Sabéis por qué? Porque soñábamos. Soñábamos constantemente, incluso soñábamos despiertos. Después  aparece el YO Estudiante,  aquí ya vamos tomando contacto con el entorno exterior, que a veces era muy guay pero a veces también resultaba muy hostil. En esta etapa íbamos moldeando nuestro futuro profesional para desembocar en el YO Trabajador, y en este momento es cuando puede aparecer el YO Emprendedor, siempre y cuando en nuestro interior exista esa motivación de asumir constantemente retos y de crecer cada día un poco más.

Y bien, os estaréis preguntando ¿y esto qué tiene que ver conmigo? Claro que tiene que ver. Porque para poder convertirnos en grandes profesionales tenemos que estar en constante evolución y tenemos que estar continuamente saliendo de nuestra zona de confort para poder pasar a la zona mágica donde se superan todos nuestros miedos y crecemos. Crecemos en todos los sentidos.

Vamos a trasladar todo esto a la figura del Community Manager. Y os lanzo la pregunta que me hacía mi amiga ¿no creéis que antes de iniciaros en el Community Management debéis descubrir vuestro YO COMMUNITY MANAGER? Sinceramente creo que es un error (y de los grandes) gestionar la identidad de una marca en la Red si uno mismo no cree ni confía en el poder de los Medios Sociales. Me he encontrado casos de “Community Managers” que me han comentado entre “bambalinas” que vaya tostón eso de tener que estar pendiente de las Redes Sociales, de los comentarios de un blog, de ver qué se mueve en Pinterest, etc… Y mi asombro (tal y como el vuestro ahora mismo) ha sido brutal.

Esto ocurre porque para ser  Community Manager lo primero que tienes que meditar es si verdaderamente estás capacitado para analizar, escuchar y conversar en la Red. Debes analizar:

• Si te sientes capaz de estar en constante evolución,
• De ser un Early Adopter
• De estar potenciando tu creatividad
• De mantener contacto con otros colegas de profesión,
• De observar lo que hace la competencia
• De establecer medidas para poder cuantificar el éxito de tus estrategias en Medios Sociales,
• De saber transmitir a través de tus palabras,
• Y de lo más importante, de dejar de ser tú para convertirte en la marca que llevas entre tus manos.

 

Tenemos un profesión muy bonita, trabajamos con y para personas. Es muy reconfortante y nos permite soñar en cada estrategia que desarrollamos. Es divertida, es entretenida. ¡Es ideal! Siempre y cuando creas en ella.

Y ahora para finalizar os propongo un juego, cerrad los ojos, poned a funcionar vuestro YO Soñador y, si este os lleva al YO Community Manager, bienvenidos. Hablamos el mismo idioma.

FIN